lunes, 30 de abril de 2018

Papachos

Intento escribir estas líneas sin mucho hígado y con más corazón, dos de los interiores más apreciados de nuestra culinaria, gordo entrañable que también viene de bien adentro y que se refiere a que se quiere mucho. Y es verdad, te sigo desde que eras flaco para que te hagas una idea, desde que solo tenias el local de Miraflores, desde que ni siquiera habías pensando en la lucha, panchita o tanta y ya luego te sigo en todos ellos también. No soy un experto en comida pero definitivamente lo soy en comérmela. Y haciendo mis esfuerzos he podido experimentar tus atrevimientos en cada una de tus aventuras. Y vaya que las he gozado. Pero últimamente veo con preocupación que se va perdiendo el toque mágico, que los ranking bajan, que las cuponeras en donde antes estaba prohibido verte ya comienza a reservarte espacio. Hoy por ejemplo estuve en papachos y ni si quiere había terminado de entrar y ya me sentí atendido con displicencia por no decir con pereza. Y luego de “hacerme el favor” por conseguirme una mesa, me ignoraron peor que al cuadro de melcochita que está ahí algunos años. “Quien quiera tienda que la atienda” decía mi viejita que en paz descanse. Y también decía que quien mucho abarca poco aprieta. Food for tought mi querido Gastón.

No hay comentarios.: