"Papi, tengo una pesadilla, me acompañas?". "MRrrmmmmmmamama". "Disculpa, si papi?". "MRrrmmmmmmamama". "Aquí estan tus almohadas y ya esta la sábana destendida para que entres". "MRrrmmmmmmamama". "Te quiero mucho papi" y se acabó la conversación de las tres de la mañana. Creo que Ale no me entendió cada vez que le respodía que era el turno de noche de pesadillas de mamá.
lunes, 24 de setiembre de 2007
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